Paolo Sorrentino es uno de
los directores actuales que me resulta más seductor. Tuve la suerte de ver esta película en el Festival Internacional de Cine de Sitges hace unos meses, y ahora que se acaba de estrenar en España no puedo dejar de recomendarla. La gran belleza, el anterior film del napolitano, me
fascinó, y si bien Juventud comparte su espíritu y estética, se
trata de una obra totalmente diferente. Michael Caine y Harvey Keitel tienen
la fuerza suficiente para dotar de huella a su singular amistad en el contexto
de un drama coral, donde no sólo la vejez, si no todas las edades del hombre,
están representadas e interaccionan entre ellas. Oda al paso del tiempo, a la búsqueda de sentido de la vida, y a la necesidad de las ilusiones para seguir
viviendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario